5 Malos hábitos a la hora de comprar – Noeh Liñeiro.
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5 Malos hábitos a la hora de comprar

5 Malos hábitos a la hora de comprar

¿Cuántas veces compramos cosas que no habíamos planeado, para descubrir después que realmente no las necesitábamos?

Pero ¿por qué nos pasa esto? ¿Qué nos hace perder el norte?

¿Por qué salís a comprar un regalo para tu amigo y volvés con una remera para vos?

Hoy te vengo a poner un poco de luz en este tema con algunos ejemplos para explicarte algunos motivos de esto ¿Y por qué no?, también aportarte alguna que otra solución.

Pst! Podés oir esta nota desde el programa de Podcast que tengo que se llama «Consultorio de imagen» Lo encontrás en Spotify, Apple Podcasts  y  Google Podcasts.

¡Subo un episodio nuevo cada miércoles por la mañana!

 

En el artículo llamado ¿Padecés el efecto Diderot? Te hablé de una actitud de compra que te termina encerrando en una espiral de consumo, en la cual comenzás por una compra inocente y terminás agregando muchísimas otras cosas. Como cuando tenés un evento y arrancás pensando que te vas a comprar solo una camisa o blusa nueva (porque es lo que en realidad necesitás) y terminás agregando el pantalón, los zapatos y hasta algún reloj o cadenita a juego.

¿Cómo lo combatís? Reflexionando sobre si esa compra es necesaria de verdad o simplemente estés queriendo alcanzar alguna expectativa como escalar socialmente, impresionar a otros, mostrarle a tu ex que estás genial sin él o ella ¡jaja! Todo entra en juego en nuestras expectativas a la hora de comprar.

Pero bueno, no me voy a extender en el efecto Diderot porque tenés todo el artículo anterior hablándote del tema.

A veces las personas quieren destacarse y diferenciarse de los demás, persiguiendo la exclusividad, el estatus social o simplemente desean mostrar su poder económico. En otras palabras, se trata de alguien que gasta su dinero para que otros lo vean, y de esa manera aparente ser superior frente a los demás de lo que realmente cree que es.

Por eso decide comprar elementos de marcas de lujo, autos de alta gama, ediciones limitadas de determinados productos como tecnología, vinos exclusivos, relojes.

Las redes sociales y los medios de comunicación están plagados de exponentes de este tipo, en donde la regla es “lo quiero porque nadie más lo tiene”

A esto se le llama el efecto Snob.

A veces se trata de personas con alto poder adquisitivo, pero otras veces son personas con un alto poder de endeudamiento.

Pero todo vale para poder recibir la atención que desean en base a sus adquisiciones.

Ahora ¿cuál es el problema de esto?

Poner el foco en que valemos en la medida de lo que tenemos, creer que nuestro valor como personas nos lo dan los elementos materiales.

Si bien yo soy una gran admiradora de las marcas de lujo como Prada, Hermes y los diseñadores más reconocidos como Dior y Chanel porque valoro muchísimo su trayectoria, el trabajo artesanal que se realiza en la fabricación de distintas piezas, la calidad altísima en los elementos que se utilizan, y el toque de creatividad y distinción que aportan a cada elemento terminado, la realidad es que muchas personas compran estos elementos sin tener idea de todo esto y solo se basan en el estatus que les otorga el uso de la marca.

Si solo comprás un objeto porque es caro, exclusivo y nadie lo tiene para atraer la atención sobre tu persona, te recomiendo que también busques atraer la atención hacia vos gracias a tus conversaciones interesantes, o tu personalidad, porque ese capital no te cuesta tanto y tiene una exclusividad infinita.

De manera contrapuesta, hay quienes compran “porque lo tiene todo el mundo”

Algo se pone de moda y te lo comprás para no quedar afuera de la corriente, para sentirte parte, para pertenecer.

De hecho es uno de los argumentos más comunes de los vendedores, “llevátelo porque está de moda” “compráselo a tu hijo porque todos los nenes lo usan”

Si a lo mejor te hace ruido alguna prenda cuando te la probás y se lo comentás a quien te vende seguro te dirá “pero se usa así”.

¡Uf! no te puedo explicar lo que me enojan estos argumentos de venta… porque lo que logran es que la gente compre cosas por el solo hecho de que estén de moda y no porque además de verdad le quedan bien.

Es así como luego me encuentro con armarios con prendas que no tienen nada que ver con el estilo de la persona o su estilo de vida.

No me mal entiendas, está genial que te vistas con prendas que estén de moda porque eso hace que tu imagen se vea moderna y dinámica. Pero si no te enfocás en que primero te queden bien y vayan con tu estilo personal, lamento decirte que no vas a lograr ni una cosa ni la otra…

En estos casos lo ideal es que te preguntes ¿Por qué quiero comprar esto? Ojo!  Tal vez de verdad te gusta y lo necesites, si es así ¡bienvenido sea! Pero que no te pase que sean otros los que te influencien en la compra.

Ligado a esto, está el mal hábito de dejarse presionar por el grupo, en donde si tu grupo de amigos, familiares o compañeros de trabajo tienen un mejor pasar económico que vos, tal vez te sientas presionado o presionada a estar a su altura aunque tu presupuesto sea más ajustado, y de esta manera te veas en la tentación de hacer compras que apenas podés afrontar.

En estos casos lo ideal es que te plantees cuáles son tus objetivos de vida, y si vale la pena vivir a los sobre saltos económicos por la presión del grupo.

El quinto mal hábito en las compras es ese que se relaciona a que tal vez tuviste un mal día en el trabajo, te peleaste con tu pareja, o simplemente venís de días de mucha tensión y decidís canalizar todo eso en salir de shopping, o hacer shopping virtual porque al fin y al cabo te lo merecés ¿no? O por lo menos eso es lo que te decís.

El problema está cuando tiempo después te volvés a encontrar con lo que te compraste y no tenés ni idea de por qué lo hiciste, y volvés a pensar ¿Por qué volví a gastar en estas tonterías?

¿Cómo hacer para que no te vuelva a pasar?

Primero entendé que hacer compras te genera un sentimiento de felicidad fugaz que por un instante te hace olvidarte de los problemas, la gente que te molesta, el estrés, o el trabajo pendiente. Pero como justamente es fugaz, tal como llegó desaparece.

Lo ideal sería que pudieras buscar actividades que te gusten y que te den una felicidad más duradera al realizarlas, puede ser algún hobbie, deporte, o cualquier actividad que te ayude a calmar la tensión en momentos complejos.

Resumiendo:

Los 5 malos hábitos en las compras que te traje hoy son:

1 Comprar por El efecto Diderot

Cuando comenzás por una compra inocente y terminás agregando muchísimas otras cosas. Ya sabés que en el artículo anterior llamado ¿Padecés el efecto Diderot? Podés encontrar más del tema.

2 Comprar por El efecto Snob

Buscás destacarte y diferenciarte de los demás, persiguiendo la exclusividad, el estatus social o simplemente deseando mostrar poder económico.

3 Comprar “porque lo tiene todo el mundo”

Algo se pone de moda y te lo comprás para no quedar afuera de la corriente, para sentirte parte, para pertenecer.

4 Comprar por presión del grupo aunque esto te traiga problemas económicos

5 Comprar para liberar la tensión.

Demás está decirte que cada quien hace con su dinero y sus compras lo que desea, el artículo de hoy apunta solo a visibilizar y entender algunos patrones de comportamientos que tal vez te están llevando a que tus compras no sean tan efectivas como te gustaría.

Y tal vez por eso, en el medio no estás solucionando tus problemas reales de imagen.