Dicen que un viaje se disfruta 3 veces, la primera cuando lo planeás, la segunda cuando lo vivís y la tercera cuando lo recordás.
Hoy me toca ir por la tercera una vez más, pero para compartirlo con vos:
Hace unos años tuve la maravillosa oportunidad de conocer París, uno de mis mayores sueños durante casi toda mi vida. Era tan grande el anhelo de conocer esa ciudad que cuando llegué y me encontraba en la cima del sacre coeur (la iglesia del sagrado corazón en el distrito de Montmartre) y ví por primera vez la torre Eiffel, comencé a llorar como una nena.
Si bien la torre se veía chiquita y a lo lejos, la emoción de sentir que estaba cumpliendo mi sueño se apoderó de mi y no pude contener el llanto, nunca antes me había pasado algo así.
Creo que a veces somos tomados por sorpresa por las emociones y sin pensarlo reaccionamos de forma inesperada ¿Alguna vez sentiste algo así? espero no ser la única que tiene el llanto fácil ¡jaja!
En mi paso por París presencié la maravillosa muestra de Balenciaga, pero antes de mostrártela quiero contarte un poco acerca de la historia del diseñador, en caso de que no la conozcas muy bien.
Además, por lo menos a mi siempre me interesó conocer no solo el trabajo de las grandes figuras, sino también sus vidas e ir descubriendo a la persona que hay detrás.
Cristóbal Balenciaga fue un diseñador vasco de gran prestigio, logrado gracias a su destreza y perfeccionismo.
Sus contemporáneos lo halagaban con estas frases: “el maestro de todos nosotros”, Christian Dior; ó “auténtico couturrier” (modisto), Coco Chanel, otros también lo consideraban como “el arquitecto de la alta costura”. No quedan dudas de que estamos hablando de un gran profesional, muy reconocido por sus pares que ha dejado un gran legado en la industria de la moda.
La madre de Balenciaga era costurera de la alta sociedad, por tanto su fascinación por la confección comenzó de muy joven. Con solo 12 años tuvo la osada idea de pedirle a la marquesa de Torres (clienta de su madre) que lo dejara diseñarle un vestido, el cual sería nada más ni nada menos que su primera creación. Lo diseñó y la prenda le gustó tanto a la marquesa que en pocos días ya la estaba luciendo, dando comienzo a la historia de un gran creador de la moda.
En 1917 abre su primera tienda en España, para años después desembarcar en París con su primera colección, la cual fue todo un éxito.
Al cabo de 50 años como referente indiscutido de la alta costura decide cerrar y retirarse, ya que la llegada al mercado del Prêt-à-porter (prendas de moda producidas en serie) atenta contra su filosofía de trabajo.
Como serán las cosas…que luego de su muerte una gran empresa se hizo con la marca y la reabrió como firma de “prêt-à-porter”, manteniendo hasta hoy en día la marca Balenciaga esa misma línea.
Volviendo al tema de la muestra que visité en las instalaciones del museo Bourdelle, sito en el distrito de Montparnasse en París el nombre de la exposición era “Balenciaga, l´oeuvre au noir” (Balenciaga, la obra en negro)
Contaba con 70 piezas del diseñador, las cuales provenían de la propia casa de moda Balenciaga y del Palais Galliera (Museo municipal de la moda de París).
Además, de una gran colección de prendas que muestran la trayectoria del modisto se pueden apreciar bocetos escritos de puño y letra de Balenciaga , patrones marcados, sombreros, joyas y telas.
La exposición buscó homenajear los 100 años de la apertura de su primer boutique en España, y se la acompañó de las obras del escultor Antoine Bourdelle, de manera que se enlazaban el diseño con la escultura para crear piezas únicas de arte.
La exposición explicaba el trabajo del diseñador a través de la elección de los distintos géneros y como el negro se transformó en su sello indiscutible. Apreciar en persona el trabajo que realizaba para que cada pieza se destacara fue increíble.
Debajo podés ver vestidos y sacos diseñados entre las décadas de 1930 y 1960 que absolutamente podrían lucirse hoy en día. Es más ¡ya encontré varios que amaría usar!
El color negro en muchas de sus creaciones lo utilizaba para dar más intensidad a las formas, en otras jugaba con los reflejos de la luz en las telas, ó con las transparencias de los encajes.
Quisiera resaltar que lo que más llamó mi atención fue la prolijidad en el trabajo de cocido de los encajes y el forrado de botones o apliques nada tradicionales como el que se ve al detalle en la foto debajo.
Para terminar con este viaje en la vida de uno de los grandes diseñadores que la moda nos dejó, quiero dejarte una frase muy conocida e inspiradora del diseñador:
“Un modisto debe ser arquitecto para los planos, escultor para las formas, pintor para el color, músico para la armonía y filósofo en el sentido de la medida”
Sin duda esta frase no solo representa el nivel de profesionalismo de su trabajo, sino que también habla mucho de su personalidad.
Ojalá hayas disfrutado conocer un poco más acerca de este diseñador, en caso de que te haya gustado el post te invito a conocer otros rincones de París e ir detrás de los pasos de Coco Chanel ¡no dejes de ingresar en esa nota! seguro te va a gustar.