¡Hola!
¿Cómo estás?
En el post anterior decidí hablarte de un tema nada simple y que se llama “adultos rotos”, si no lo leíste te recomiendo que primero vayas por él y luego continues con el post de hoy porque ambos están relacionados.
Hoy quiero que hablemos de resiliencia, y específicamente sobre resiliencia en imagen.
Pst! Podés oir esta nota desde el programa de Podcast que tengo que se llama «Consultorio de imagen» Lo encontrás en Spotify, Apple Podcasts y Google Podcasts.
Pero partamos por saber qué significa la palabra resiliencia, vos ya sabés que soy muy fan de entender lo que significan las palabras para poder utilizarlas mejor.
Si te metés en la web de la RAE (la Real academia española) y buscás la palabra… ¡ah! Prestá atención cuando la escribas porque hay una duda general y es respecto a si se escribe resiliencia o resilencia, es decir si lleva o no una “i” intermedia. Y sí la lleva, se escribe resiliencia, con una “i” intermedia porque procede del inglés resilience, que deriva a su vez del latín como resiliens.
En fin, según la Rae Resiliencia es la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos.
¿Qué son las personas resilientes?
Son las personas que pueden recuperarse de situaciones complicadas y avanzar.
Toman de los traumas o situaciones difíciles aprendizajes que se transforman en recursos útiles en el futuro. A pesar de sufrir situaciones que pueden ser estresantes, las superan y salen fortalecidos, es cuando decimos que las personas actúan con entereza.
Un ejemplo de ello lo encontramos en la frase de Nelson Mandela “Yo nunca pierdo, o gano o aprendo”
Te cuento que Nelson Mandela luchó contra la discriminación racial, y luego de 27 años en prisión en condiciones muy duras, en 1994 fue elegido presidente de Sudáfrica. Convirtiéndose en el primer mandatario de color en encabezar el poder ejecutivo, y el primero en ser elegido por sufragio universal, en una sociedad en donde el racismo se había institucionalizado.
¿Te parece un buen ejemplo de resiliencia?
Seguramente conocés otros ejemplos, y no tan famosos, tal vez un amigo/a, un familiar o mismo vos que estás del otro lado te considerás resiliente.
En el post anterior te conté que muchas veces los problemas con los que lidiamos hoy en día respecto a nuestra imagen se relacionan con situaciones vividas en nuestra infancia o adolescencia, y hoy te quiero hablar un poco más sobre eso.
Los problemas de imagen a veces se relacionan con:
-Haber tenido un entorno familiar disfuncional, o padres rigurosos que influyeron en nuestra autoestima
– Problemas para relacionarnos con los demás
– Condiciones físicas
– Anorexia, bulimia, vigorexia
-Problemas económicos en la familia
-Problemas de comportamiento, o ansiedad que influyan en la percepción de nosotros mismos. (Si de afuera nos vivieron diciendo “sos un desastre” y nos lo creímos ¿qué es lo que vamos a creer aún en nuestra adultez?)
Tal como te conté en el post anterior, muchas veces los traumas y las situaciones difíciles se los supera. Otras veces se lidia a diario, pero a veces las inseguridades quedan ocultas y latentes, y salen en el momento menos pensado.
Es verdad que a veces se trata de temas complejos y otros más simples, pero el tema no es lo que a uno le pueda parecer desde afuera sino lo que siente una persona desde dentro.
¿Cómo podemos convertirnos en personas resilientes con nuestra imagen?
Sé realista Mirate hoy de manera objetiva y contate a vos mismo/a cuáles son tus fortalezas físicas.
Usá el humor para hablarte a vos mismo sobre tus debilidades físicas. Pero ¡ojo! Que dije a vos mismo/a No quiero que te conviertas en una burla de vos en tu entorno. Esto lo digo porque hay mucha gente que se burla de sí misma frente a cualquiera y peor de lo que lo haría de su propio enemigo.
Ponete retos Ya sean físicos (como puede ser entrenar a diario) de estima (acordate de decirte una afirmación positiva de vez en cuando)pueden ser retos de aprendizaje (una nueva disciplina, aprender a vestirte y hacer combinaciones, a maquillarte o peinarte diferente, aprender un idioma, comprarte un libro y proponerte leer a diario hasta terminarlo)
Es importante ponernos retos que sean alcanzables porque cuando los conseguímos nos sentimos bien y percibimos mejor esa imagen de nosotros mismos.
Te deseo los mayores éxitos en este camino, y en caso de que necesites contactarme ya sabés que me tenés del otro lado.